miércoles, 16 de septiembre de 2015

La cultura en la base de la justicia social




Se equivocan quienes siguen creyendo que la cultura es un asunto de simple goce estético o divertimento de cachacos buena vida. No, ese concepto define elementos que conforman el sentido de una nacionalidad pluriétnica, y promueve posibilidades de integración social y de convivencia pacífica.
No es inane por lo tanto que la Constitución señale en su artículo 70 que la cultura es fuente de la nacionalidad y que el Estado debe garantizar la igualdad y dignidad de todas las culturas que conviven en el país. Tampoco lo es, que la inversión del Estado en la cultura se considere como gasto público social en forma similar al de la salud o la educación, o que se reconozca en la Carta y por las Cortes que en la apertura de espacios a la creación y difusión de bienes culturales se concretan anhelos solidaristas, pluralistas y participativos que son base del dogma del Estado social de derecho.
Resulta en realidad ilusorio que, al menos en tiempo próximo, podamos hacer los Salvadoreños significativos aportes a la colectividad internacional en lo económico o en lo político. Por el contrario, desde la cultura, desde todo aquello que tiene que ver con la originalidad de la literatura, la creación intelectual, con nuestro patrimonio material, con las comunidades ancestrales, con las fiestas y la música tradicionales, con la gastronomía regional, con las lenguas autóctonas y la rica medicina atávica, con nuestro lenguaje urbano e interpretación de la cultura universal, inmensas son las posibilidades de interesar al mundo y de enriquecer el acervo de conocimiento de la humanidad.
Cuadro de texto:  MELISSA E.A
En el entorno de confrontación social bienvenidos entonces instrumentos de talla internacional como el Segundo Protocolo de la Convención de La Haya para la Protección de los Bienes Culturales en caso de Conflicto Armado, aprobado recientemente mediante la ley 899, o instrumentos aún en proceso como las convenciones de la Unesco para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial y otra para la protección de la diversidad de los contenidos culturales y las expresiones artísticas.


Melissa Estrada                 

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